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Bitcoin, moneda de curso legal en El Salvador

20 Julio - 2021
El Salvador

Luz Parrondo
Directora del Departamento de Finanzas, Contabilidad y Control
Directora del Postgrado en Blockchain y otras tecnologías DLT

 

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de 39 años, anunció a principios de junio que el país centroamericano será el primero en el mundo en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal. La Asamblea Legislativa aprobó la llamada Ley Bitcoin con el voto a favor de 62 diputados, de los 84 que componen el Parlamento, y entrará en vigor 90 días después de su publicación en el Diario Oficial. La ley establece solo el curso legal del bitcoin y no de otras criptomonedas. Es decir que, a partir de ahora, la divisa oficial de El Salvador, el dólar estadounidense, compartirá protagonismo con bitcoin. 

De momento no se han revelado más detalles sobre su implementación, pero Bukele en un tweet posterior explicó que esta iniciativa “a corto plazo generará puestos de trabajo y ayudará a proporcionar inclusión financiera a miles de personas que están fuera de la economía formal. Y a medio y largo plazo esperamos que esta pequeña decisión nos ayude a empujar a la humanidad al menos de forma mínima en la dirección adecuada”. 

El Salvador es una economía mayoritariamente basada en el efectivo donde aproximadamente el 70% de los ciudadanos no dispone de una cuenta bancaria o una tarjeta de crédito. Por otro lado, una cuarta parte de su población reside en los Estados Unidos y sus remesas asciendan a más del 20% del producto interno bruto del país. Teniendo en cuenta que a veces pueden tardar días en llegar o incluso requerir una recogida física y que los servicios intermediarios pueden cobrar un 10% (o más) en tarifas, una mejora tecnológica puede suponer una mejora considerable en la economía de El Salvador.

El Salvador quieren ser los primeros en capitalizar el boom inversionista de bitcoin y convertirse en la nueva Suiza latinoamericana.  

Parece coherente, entonces, que el presidente Bukele apueste por blockchain para mejorar estos problemas. Existen multitud de evidencias y casos de uso que avalan la capacidad de esta tecnología para solucionar tanto el problema de la inclusión financiera (a través del uso de wallets digitales) como la capacidad de reducir el tiempo y los costes de las remesas internacionales (ver Ripple). Pero la pregunta relevante es si bitcoin es elección correcta.  

En los últimos meses hemos sido testigos de la elevada volatilidad que esta criptomoneda presenta en el mercado. Su precio puede oscilar más de un 20% en un solo día y desconocemos si su frecuencia disminuirá o aumentará en el futuro. Solo este hecho, de forma aislada y sin tener en cuenta otros factores como el consumo energético o la escalabilidad de las transacciones, coloca a bitcoin como un medio de pago altamente ineficiente. La ley propuesta en la Asamblea Legislativa establece claramente que el tipo de cambio de bitcoin con el dólar estadounidense “será establecido libremente por el mercado”, por lo que la volatilidad impactará directamente en el usuario haciendo imposible el uso de esta criptomoneda como medio de pago habitual. 

Además de esta ineficiencia, el Banco Mundial (BM) apunta dos problemas adicionales: la falta de transparencia y el impacto negativo medioambiental de la minería de Bitcoin. Y por ello el BM rechaza la petición de ayuda de El Salvador en la implementación de la criptomoneda. Esta decisión podría además significar que el país se enfrente a problemas para cumplir con su fecha límite de garantizar que bitcoin sea aceptado en los próximos tres meses. Por otro lado, el ministro de Finanzas de El Salvador, Alejandro Zelaya, comentó que a pesar de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no se muestra abiertamente contrario a la iniciativa, observa ciertos problemas macroeconómicos, financieros y legales en su implementación.  Finalmente, Carlos Acevedo, quien fuera presidente del Banco Central de Reserva y representante de Centroamérica ante el FMI, hace también referencia a la volatilidad de las criptomonedas en un artículo publicado en el medio salvadoreño El Faro. En dicho artículo señala que el plan "adolece de una difícil viabilidad" y que "someter el sistema financiero a una apuesta por las criptomonedas representa un salto al vacío que bien pudiera terminar en catástrofe".

A pesar de estas críticas, el presidente Bukele asegura que “el Gobierno garantizará la convertibilidad al valor exacto en dólares al momento de cada transacción”, a la vez que afirma que la aceptación de bitcoin como moneda de curso legal “traerá inclusión financiera, inversión, turismo, innovación y desarrollo económico para nuestro país”. Y añade una frase muy significativa: “Que nadie nos diga que somos muy pequeños para ser grandes”. En mi opinión en estas declaraciones resumen perfectamente las razones que le han llevado a tomar esta decisión: la de ser los primeros en capitalizar el boom inversionista de bitcoin y convertirse en la nueva Suiza latinoamericana.

El Salvador quiere atraer liquidez e inversiones dando cobijo “legal” a todos aquellos que aspiran a que bitcoin sea la moneda (o reserva) de referencia mundial.

Dado que la estabilidad financiera y económica de El Salvador se encuentra en una situación muy precaria, el daño ante un fracaso parece ser relativamente asumible. A mi entender esta circunstancia ha debido animar al Gobierno salvadoreño a dar un golpe de efecto a escala internacional para atraer liquidez e inversiones dando cobijo “legal” a todos aquellos que aspiran a que bitcoin sea la moneda (o reserva) de referencia mundial. En mi opinión su objetivo no está en que los salvadoreños vayan a comprar el pan con bitcoin en lugar de dólares. Esta afirmación es meramente anecdótica y populista. El objetivo real de Bukele está en convertirse en el país refugio de referencia para bitcoin y sus “seguidores”. 

Por otro lado, Jack Mallers, fundador de la plataforma de pagos de Lightning Network Strike, ha declarado que esta decisión es el pistoletazo de salida que muchos cripto-fans estaban esperando. “Lo realmente transformador de bitcoin es que es el activo de reserva más grande jamás creado además de un sistema monetario superior. Mantener bitcoins (como reserva de valor) protege a las economías en desarrollo de posibles impactos de la inflación en la moneda fiduciaria”, afirma Mallers. La polémica está servida. Las redes y los medios están encendidos con un interesante debate desatado entre detractores y defensores de bitcoin. Según una encuesta de JPMorgan, un tercio de los grandes inversores piensan que bitcoin es un "veneno para ratas”. Mientras que, por otro lado, grandes referentes en la esfera cripto como el “Bitcoin Bull”, Tom Lee, mantienen la posibilidad de que el valor de bitcoin suba a 100.000 dólares antes de que finalice el año pesar de la mala racha actual. 

Es bien sabido que bitcoin no está respaldado por un proyecto empresarial o un activo, ni tiene la confianza o el respaldo de los gobiernos, a excepción por supuesto de El Salvador. Su valor deriva de la escasez (ya que solo existirán 21 millones de bitcoins en total) y de una cruda y voraz ley de la oferta y la demanda. A pesar de que ha superado muchos retos y de que cada día se suman más adeptos que lo reconocen como el nuevo “oro digital”, nadie sabe a ciencia cierta si sobrevivirá o si acabará fracasando. Es un territorio totalmente desconocido e imprevisible. Por lo que parece lógico que instituciones tradicionales, como el BM o el FMI, se resistan a apoyar la iniciativa.

Por otro lado, existe un cripto-universo donde organizaciones y empresas privadas parecen estar dispuestas a apoyar a El Salvador. Un ejemplo de ello es Blockstream, la plataforma blockchain para transacciones en bitcoin. Adam Back, CEO de Blokcstream, ha declarado que planea aportar tecnologías con infraestructuras líquidas y por satélite para hacer de “El Salvador” un modelo para el mundo. Back afirmó que era inevitable que un país diese el primer paso para convertir bitcoin en moneda de curso legal. El precursor ha resultado ser el país centroamericano, y esto supone un gran avance para la criptomoneda reina. Ahora solo falta ver si esto va a significar un gran avance para El Salvador o uno de sus mayores errores. 

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