La resiliencia: cómo liderar en la adversidad
Vivimos momentos de adversidad, sometidos a un entorno volátil e incierto ante una pandemia inaudita que ha sacudido nuestro día a día. Sin embargo, existe una capacidad esencial que nos puede ayudar a sobrellevar la situación como individuos –pero también como grupo–, que ha cogido fuerza en los últimos tiempos: la resiliencia. Esta habilidad, según la Universidad de Pensilvania, ayuda a disminuir todo aquello que nos daña y potencia los aspectos que nos favorecen. Y aunque no todas las personas cuentan con ella, es posible alcanzarla.
"El principal obstáculo para aprovechar nuestra fuerza interior es nuestra forma de pensar y de mirar el mundo e interpretar los eventos que nos rodean", ha apuntado Antoni Valls, profesor de habilidades directivas de la UPF BSM y consultor-facilitador y coach de Human Success, durante el webinar del ciclo Repensar el Management dedicado a la resiliencia.
Para trabajar esta capacidad y llegar a ser personas resilientes, hay siete aspectos clave que hay que tener en cuenta:
- Regular las emociones: Identificar las nuestras y las de las personas que tenemos delante para gestionarlas.
- Controla los impulsos: Una tarea compleja debido al "secuestro emocional" que nos impone el sistema límbico de nuestro cerebro.
- Optimismo realista: Los problemas no son permanentes, omnipresentes ni personalizables.
- Análisis causal: Albert Einstein dijo que, si fuéramos capaces de disponer de todas las causas que están en un problema, la solución seria obvia.
- Empatía: Entender qué es aquello que mueve a las demás personas.
- Auto eficacia: Ser proactivo, intentar influir en aquello que puedes cambiar y dejar pasar lo que se nos escapa.
- Ir más allá: Si conseguimos reunir los seis puntos previos, ampliar nuestros objetivos y propósitos será mucho más sencillo.
La resiliencia, por tanto, nos ayuda gestionar las adversidades del día a día y a enfrentarnos a cualquier revés imprevisto. Algo a lo que las empresas y organizaciones están acostumbradas. Pero ¿cómo podemos crear un equipo resiliente? El profesor Valls lo tiene claro: con liderazgo. "Solo hay tres cosas que ocurren de manera natural en las organizaciones: fricciones, confusión y resultado. Cualquier otra cosa requiere liderazgo", dijo el profesor y consultor austríaco Peter Drucker. Una reflexión que ha recuperado para la ocasión Antoni Valls.
A nivel individual, un buen líder resiliente debe contar con una amplia preparación y experiencia, ser capaz de reconocer a los demás sus méritos, serenarse antes que los demás compañeros, mostrando así un camino a seguir y, sobre todo, cerrar las crisis cuanto antes. A nivel grupal, además, hay cinco claves que cualquier dirigente debe considerar para liderar en la adversidad:
- Recordar al equipo su resiliencia: Cualquier grupo tiene historias de logros.
- Dar mucha información: La ocultación es la peor receta durante una crisis.
- Ayudar a encontrar la dirección: Predicar con el ejemplo, ponerse al frente.
- Fomentar la autoconfianza a medida que se avanza con una estrategia compartida.
- Convertir los desafíos en oportunidades de aprender y reflexionar.
"Educar en la resiliencia –ha explicado Valls– es también educar en flexibilidad". Y ha matizado: "lo peor que hay para afrontar la adversidad es la rigidez". Una idea que el consultor y coach en Human Success ha ilustrado a través de tres figuras contemporáneas imprescindibles y ejemplares en resiliencia: el científico Stephen Hawking, el activista y expresidente de Sur-África Nelson Mandela y la ex primera ministra de Israel Golda Meir.
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