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Roles de género, socialización y finanzas

28 Septiembre - 2021
Finances homes dones

Olympia ArangoEconomist (UPF), Vicepresident of deba-t.org
Luz Parrondo, Directora del departamento de Finanzas y Control


Desde hace unos años se ha popularizado el uso del término “análisis de género” para hablar sobre paridad y mujeres en distintos campos. Existen diferentes ránquines que buscan señalar la falta de presencia femenina en algunos ámbitos profesionales. Cada día son más habituales las demandas de paridad en listas de partidos políticos, consejos de administración, instituciones o en cualquier grupo de trabajo. 

Este artículo podría ser otro más que hace un repaso a aquello que es evidente: la falta de mujeres en el ámbito de la economía, concretamente en el mundo de las finanzas, es decir, la falta de equidad en términos de género. Pero más allá de señalar aquello que podría considerarse relativamente obvio, con este pequeño artículo mostramos como el mismo mecanismo que perpetua las diferencias puede utilizarse para eliminarlas. La socialización de género.

Existe una gran diferencia entre el número de cuentas bancarias que poseen hombres y mujeres alrededor del mundo, siendo en el caso de los hombres mucho mayor

The Global Findex Data Base (1) explica en el año 2017 que existe una gran diferencia entre el número de cuentas bancarias que poseen hombres y mujeres alrededor del mundo, siendo en el caso de los hombres mucho mayor. Más allá de lo que podríamos pensar en primera instancia debido a un posible prejuicio, no hay mucha diferencia entre los países desarrollados y los países en proceso de desarrollo, en ambos casos hay un mayor número de hombres a cargo de las finanzas de manera “formal”. ¿Dónde está entonces la causa?

Las limitaciones por cuestión de genero pueden darse de dos maneras distintas (2), a nivel formal, mediante las instituciones, o a nivel informal mediante el sistema sociocultural. Por ejemplo, en España hasta hace poco la titularidad bancaria estaba formalmente reservada a los hombres, y una vez eliminada esta limitación, la desigualdad parece mantenerse (3). La limitación informal, por otro lado, depende de la estructura cultural. Estos roles apelan históricamente a lo que Wolf (4) denominaba las expectativas de la esfera pública y la esfera privada. Se espera de una mujer que sea sumisa, y de un hombre que sea dominante. Que la mujer trabaje en casa y el hombre en el mercado laboral. Este hecho es relativamente paradójico ya que a la vez que se espera que las mujeres se queden en casa realizando las tareas domésticas, son muchas las amas de casa que llevan la contabilidad y las finanzas de su propio hogar. 

En el informe Alpha Female Cityware del 2019 (5) se hace referencia a la situación específica de la mujer en el ámbito de las finanzas. Un dato relevante que arroja es cómo los equipos directivos compuestos por ambos géneros ofrecen mayor rentabilidad que los mono-genéricos. De hecho, otro estudio llevado a cabo por profesores de la UPF-BSM (6) explica cómo la presencia de mujeres en los consejos de administración de una empresa hace que esta pueda reducir su deuda y sea más rentable. ¿Ante este tipo de evidencia cuál sería la idea a destacar? Más allá de creer que la mujer por su propia naturaleza es buena o mejor que el hombre podríamos reflexionar sobre qué hace que su comportamiento sea menos arriesgado. La respuesta se encuentra en la construcción de entornos mixtos donde las capacidades de los individuos fluyan sin expectativas de género.

El estereotipo de persona dedicada al mundo bursátil o las finanzas es contrario a la actitud que entenderíamos como “femenina”. Este hecho es un obstáculo para aquellas estudiantes o profesionales interesadas en las finanzas.

El estereotipo de persona que se dedica al mundo bursátil o las finanzas es contrario a la actitud que entenderíamos como “femenina”. Hombre agresivo, competitivo y triunfador. Este hecho además de ser un obstáculo para aquellas estudiantes o profesionales interesadas en las finanzas puede acarrear ciertas consecuencias a las mujeres que se animan a dar el salto. Por ejemplo, si son igual o más agresivas que los hombres sufrirán una “social penalty” (7) ya que su comportamiento no encaja con la expectativa que la sociedad tiene del comportamiento de una mujer, por lo tanto, se las penalizará socialmente.

Podemos encontrar solución a esta paradoja en el mismo mecanismo la genera, la “socialización de género”. Llamamos socialización de género (8) al proceso de aprendizaje por el que se transmiten las creencias, los valores y los comportamientos dominantes de una determinada sociedad, se construyen las relaciones de género y se asignan los papeles diferenciales. El género no se construye solo, es cambiante y se adapta a su entorno.

Si los hombres y las mujeres se comportan como “se espera de ellos”, dentro del patrón de los roles de género, la diferencia entre ambos se hace cada vez más grande, es decir, los hombres actúan cada vez de forma más masculina y las mujeres de forma más femenina. Este “actuar de una manera u otra” condiciona el comportamiento y la actitud de cada individuo. Por ejemplo, si las mujeres se muestran menos agresivas en la negociación puede deberse a una expectativa contextual que las incentiva a buscar un encaje en el molde femenino, en definitiva, a evitar mostrar actitudes típicamente “masculinas”.

Los grupos igualitarios no refuerzan la polarización de los géneros porque no premian (social o económicamente) los comportamientos estereotipados y permiten a las personas fluir libremente entre las diferentes actitudes

Por el contrario, en entornos heterogéneos y equilibrados la transmisión de valores se equilibra y el resultado ha demostrado ser mucho mejor. Diversos estudios explican cómo el comportamiento de mujeres y hombres cambia en el momento en que comparten contexto e intercambian actitudes de género (9). Hombres y mujeres modifican su comportamiento cuando se encuentran en grupos mixtos igualitarios. Los grupos igualitarios no refuerzan la polarización de los géneros porque no premian (social o económicamente) los comportamientos estereotipados y permiten a las personas fluir libremente entre las diferentes actitudes. Con esto nos referimos por ejemplo a que una mujer que normalmente asume el riesgo y tiene capacidad de liderazgo no será castigada, ni juzgada por mostrar este tipo de actitud. El mismo marco de análisis puede trasladarse a un hombre que tenga una alta inteligencia emocional, concepto tradicionalmente asociado al género femenino, si él decide aplicar esa virtud en su trabajo no será ser juzgado de una manera negativa por sus compañeros.

Utilicemos los mecanismos existentes a nuestro favor. El proceso de socialización de género tiene la capacidad de afianzar estereotipos, pero también de crear entornos igualitarios si entendemos sus dinámicas. Podemos crear (e incluso forzar) entornos donde los roles de genero puedan diluirse, y las expectativas puedan ser confrontadas. En la fluidez está el futuro, os invitamos a fluir.

Referencias: 

  1. Demirgüç-Kunt, Asli, Leora Klapper, Dorothe Singer, Saniya Ansar, and Jake Hess. 2018. The Global Findex Database 2017: Measuring Financial Inclusion and the Fintech Revolution. Washington, DC: World Bank. doi:10.1596/978-1-4648-1259-0. License: Creative Commons Attribution CC BY 3.0 IGO
  2. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/padm.12397
  3. https://blogs.worldbank.org/es/voices/la-brecha-de-genero-en-la-inclusion-financiera-se-mantendra-tres-medidas-para-reducirla
  4. Wolf V. (1929) Una habitación propia.
  5. https://www.mhpc.com/citywire-alpha-female-report-2019/
  6. https://www.bsm.upf.edu/es/noticias/oriol-amat-erola-palau-mujeres-directivas-upf-bsm
  7. Heilman, M.E. and Parks-Stamm, E.J. (2007), "Gender Stereotypes in the Workplace: Obstacles to Women's Career Progress", Correll, S.J. (Ed.) Social Psychology of Gender (Advances in Group Processes, Vol. 24), Emerald Group Publishing Limited, Bingley, pp. 47-77
  8. Barker G. 2006. Presented at United Nations Division for the Advancement of Women (DAW), in Collaboration with UNICEF, Expert Group Meeting: Elimination of all forms of discrimination and violence against the girl child, September 25-28. Florence, Italy: UNICEF Innocenti Research Centre (EGM/DVGC/2006/EP.3)
  9. Meeker, B. F., & Weitzel-O’Neill, P. A. (1977). Sex Roles and Interpersonal Behavior in Task-Oriented Groups. American Sociological Review, 42(1), 91–105.
  10. Aries E. (1974) Interaction patterns and themes of male, female, and mixed groups. Paper presented at the American Psychological Association in New Orleans USA. Published by Small Group Behavior, Sage in 1976.
  11. Aries, E. J. (1982). Verbal and Nonverbal Behavior in Single-Sex and Mixed-Sex Groups: Are Traditional Sex Roles Changing? Psychological Reports, 51(1), 127–134

Others: 

https://www.enciclopedia-infantes.com/genero-socializacion-temprana/sintesis

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