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Liderar equipos: descansar o no descansar, esta es la cuestión

4 Enero - 2021
Descans laboral

Antoni Valls Roig

Profesor del Área Académica de Personas y Organización

 

Hay muchas razones –propias o del entorno– por las que en muchos ámbitos laborales se trabaja casi sin descanso:

  • Jefes que esperan que sus colaboradores mantengan jornadas sin fin
  • Hipotéticas (o no tan hipotéticas…) recompensas económicas
  • Facilidades tecnológicas para trabajar a toda hora
  • Satisfacer la necesidad de pertenencia a un equipo muy "activo"
  • Ambición y autoexigencia desmedidas

Pero con independencia del motivo por el cual esto ocurre, la pregunta que jefes y empleados deberíamos hacernos es: A partir de cierto nivel de dedicación laboral, ¿se consigue más trabajando más?

Los motivos de la fatiga laboral

La fatiga suele ser una respuesta al aburrimiento, a dormir poco, a esfuerzos exagerados y al estrés. Es obvio y de sobra conocido –aunque quizás poco tenido en cuenta– que, a nivel individual, a mayor carga de trabajo con relación a nuestra habilidad para abordarla, mayor estrés (Mihaly Csikzsventmihalvi, 1990) … Y que, a mayor estrés, menor rendimiento laboral (Ley de Yerkes-Dodson, 1908).

Sin embargo, pareciera menos evidente el efecto de la fatiga en la marcha de un equipo de trabajo, más allá de la idea general de que dicho efecto es –en atención a lo dicho– adverso al rendimiento y a la seguridad laboral.

Si se aspira a liderar un equipo de alto rendimiento, la cuestión del cansancio individual debería merecer especial atención y gestionarse con efectividad

Y si entendemos por equipo de trabajo un conjunto de personas que interactúan para la consecución de objetivos comunes, está claro que la cuestión del cansancio individual debería merecer especial atención y gestionarse con efectividad, si se aspira a liderar un equipo de alto rendimiento… sin hablar ya de otras aspiraciones más prosaicas como pueden ser las humanitarias.

Y es que, por otro lado, se da a veces el caso del empleado o empleada cansado, que no es capaz de –o no quiere– reconocer que se encuentra en un momento vulnerable y piensa que está funcionando bien a pesar de su cansancio, con los consiguientes costes en absentismo, rotación de personal y salud para el equipo.

¿Cómo gestionar el cansancio en un equipo de trabajo?

  • Lo primero es asumir lo que demuestra un experimento de Leslie Perlow y Jessica Porter de la Harvard Business School (2009): el tiempo libre necesario (como noches y fines de semanas), cuando es predecible (es decir, que sabe con certeza que se podrá disfrutar), hace que los equipos de trabajo sean más productivos. Esto no quiere decir que nunca deba alargarse la jornada laboral. Dos semanas seguidas de sesenta horas para resolver una crisis no nos harán daño; el problema es el exceso de trabajo crónico.

  • Crear un contexto en el cual se da esta clase de seguridad no quiere decir que todo el mundo tenga que trabajar de la misma manera… porque cada colaborador es diferente. A la hora de evaluar la energía que cada uno pone en su trabajo y su nivel de cansancio, hay que atender a las diferencias entre personas. Este no es pues un tema para tratar en reuniones de equipo.

  • En todo caso, los buenos líderes no dejan que su gente se duerma en los laureles: mantienen la "presión" (generan "estrés óptimo") para crear momentum (inercia) en la marcha del equipo, la clase de inercia que hace que casi cualquier reto parezca realizable. Un buen líder no ejerce presión intimidando, sino inspirando. Para conseguirlo, recurre de modo preferente a dos tácticas:

    • Recordar constantemente las "poderosas" razones organizacionales que exigen acción (mantenerse competitivos, aportar algo a la sociedad, superar una crisis, conseguir objetivos que valen la pena…)
    • Hacer muy visibles los resultados obtenidos –tanto los individuales como los del equipo. Celebrar los logros significativos es una manera de poner en valor lo que "somos" capaces de hacer.
  • Ante una persona que a pesar de desenvolverse en un contexto adecuado y de recibir una observación y un trato personalizados persiste en el cansancio, quizás haya que profundizar un poco más en el caso. La gente no está cansada porque sí: siempre hay algo detrás del cansancio… y en ocasiones es simplemente cansancio acumulado, del que el interesado a veces no es consciente, como se ha comentado anteriormente. A veces, prescribir unos pocos de días de descanso puede obrar un milagro.

  • Es pues esencial sustituir –o eliminar– los factores laborales que propician la acumulación de cansancio en el equipo. En un estudio de Ciencias Aplicadas realizado en Suiza entre los años 2014 y 2016 (Universidades de Berna y Zúrich), se pudo constatar que los grandes reductores –entre otros– de la presión y el estrés laboral, eran:

    • Disponer de los recursos adecuados para trabajar
    • Cierto grado de autonomía
    • El apoyo de los superiores

Aunque frente a algún caso uno se pregunta: ¿Por qué algunos empleados son incapaces de evitar el cansancio, aunque pareciera que todo está a su favor para llenar una vida serena, productiva, armoniosa y plena?

Como dice Sarah Green Carmichael (2015), "… quizás cuando se combinan incentivos económicos, figuras autoritarias y ciertas necesidades psicológicas profundas, se produce un cóctel demasiado tóxico para ser fácilmente superado…".

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