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Satisfacción laboral y perspectiva de género en las PYMES catalanas

13 Abril - 2021
Empreses feminitzades

Erola Palau Pinyana
Investigadora en el Depto. de Operaciones, Tecnología y Ciencia
Oriol Amat
Catedrático de Economía

La satisfacción laboral es, sin duda, una de las herramientas más preciadas para cualquier empresa y hay que catalogarla como importante, ya que influye directamente en su productividad. Se dice que Aristóteles apunto que "el placer por el trabajo pone la perfección en el trabajo", y la literatura moderna corrobora la relación positiva entre el nivel de satisfacción y los resultados de la empresa. 

Las personas satisfechas con su trabajo trabajan a gusto, están motivadas, tienen menos estrés y están más dispuestas a hacer esfuerzos para obtener mejores resultados que aquellas personas que no lo están. Algunos estudios indican que las personas satisfechas con su trabajo no aumentan necesariamente su productividad individual, pero la satisfacción en el puesto de trabajo sí que lleva a asumir niveles más elevados de productividad para la empresa, más beneficios y mejor calidad de servicio, lo que se traduce en clientes más satisfechos. 

Las personas satisfechas con su trabajo trabajan a gusto, están motivadas, tienen menos estrés y están más dispuestas a hacer esfuerzos para obtener mejores resultados

Si pensamos en ello, se nos pueden ocurrir una gran variedad de motivos por los que estamos o no contentos en el trabajo, pero las razones que, generalmente, nos traen opiniones positivas son aquellas que nos indican que somos una pieza importante en la empresa y que nuestros esfuerzos son recompensados. También se nos pueden ocurrir varias formas sobre cómo deben ser recompensados nuestros esfuerzos, pero a menudo tienen que ver con incentivos económicos, asunción de mayor responsabilidad o evolución vertical en la organización. 

La situación en Catalunya

Con la intención de sacar a la luz la opinión de trabajadores y trabajadoras de las PYMES catalanas respecto a su satisfacción para obtener cargos de alta responsabilidad, hemos llevado a cabo una investigación que consiste en responder a una simple pregunta: 

¿Cuál es tu nivel de satisfacción por lo que respecta a las oportunidades que tienes de obtener posiciones de responsabilidad en tu puesto de trabajo? ¿Estás muy satisfecho/a; satisfecho/a; ni una cosa, ni la otra; insatisfecho/a o muy insatisfecho/a?

La pregunta se mandó a veinte PYMES catalanas de varios sectores que la distribuyeron entre sus trabajadores. La muestra fue seleccionada aleatoriamente y estaba formada por diez empresas lideradas por hombres (masculinizadas) y diez empresas lideradas por mujeres (feminizadas). Se lograron 247 respuestas con paridad de género. Nota: debida la delicadeza del tema, el nombre de las empresas y de las personas encuestadas será anónimo. 

Con los datos obtenidos, se han extraído los tres análisis siguientes: 

  • En primer lugar, un análisis de las compañías, diferenciando entre las feminizadas y las masculinizadas, sin tener en cuenta el género de los trabajadores. 
  • En segundo lugar, un análisis de los trabajadores diferenciando entre hombres y mujeres, sin tener en cuenta si la empresa está liderada por mujeres o por hombres.
  • En tercer lugar, un análisis de los trabajadores y de las empresas, diferenciando entre las opiniones de trabajadores y trabajadoras teniendo en cuenta si la empresa está liderada por mujeres o por hombres. 

Del primer análisis se extrae la conclusión de que hay diferencias entre la opinión de las personas que trabajan en empresas masculinizadas y feminizadas. Específicamente, el conjunto de empleados de empresas feminizadas parecen sentirse más satisfechos con su puesto de trabajo.

Ascender en la carrera profesional debería ser una posibilidad al alcance de todo el mundo. Sin embargo, todavía se observan dinámicas que favorecen más a los hombres que a las mujeres

Del segundo análisis se observa que un poco más del tercio de las personas encuestadas (35,9%) apunta estar satisfecha con sus posibilidades de ascender dentro de la empresa. Cuando se diferencia por géneros, sin embargo, se aprecia una clara diferencia, ya que mientras aproximadamente el 43% de los hombres creen estar satisfechos con sus posibilidades, solo un 28,6% de las mujeres lo están. Por contra, las personas poco satisfechas con su trabajo representan aproximadamente un 18% de los encuestados. La diferencia entre los géneros en esta categoría también es notable, ya que vemos un 10,2% de hombres y un 28,3% de mujeres. 

Los resultados del tercer análisis surgen después de realizar la referencia cruzada entre las dos previas. Es decir, diferenciando tanto entre las respuestas de los dos géneros como entre las empresas feminizadas y masculinizadas. En este caso se pueden distinguir tres grandes grupos sociales según el nivel de satisfacción para evolucionar verticalmente dentro de la empresa: 

  • Las personas más satisfechas son las que trabajan en empresas feminizadas. 
  • Pocas personas indican no estar satisfechas ni insatisfechas con sus oportunidades, pero las que lo indican son mujeres en empresas masculinizadas.
  • Las personas menos satisfechas son mujeres en empresas masculinizadas. Dentro de este grupo solo encontramos una empresa feminizada en la que las mujeres indiquen estar muy poco satisfechas con sus oportunidades para adquirir altos cargos en la organización por la que trabajan. El resto, todo son empresas masculinizadas. 

La relación entre el género de los cargos directivos y la satisfacción laboral

El estudio es exploratorio, ya que la muestra de empresas es muy reducida. Aun y así, con estos resultados se deduce que, tanto el género del conjunto de los empleados como el de las personas que ocupan posiciones directivas influye en la satisfacción laboral de los trabajadores y, en consecuencia, en la productividad de la empresa. El hecho de que la empresa esté liderada por mujeres o por hombres influye respecto a la satisfacción de las plantillas, y parece que las mujeres en las PYMES catalanas analizadas –sobre todo las que trabajan bajo cargos masculinos– consideran que tienen menos posibilidades de avanzar que sus compañeros. 

Evidentemente, hay que tener en cuenta que ascender en la carrera profesional debería ser una posibilidad al alcance de todo el mundo considerando factores como el nivel educativo, las aptitudes, la experiencia y la calidad de trabajo. Sin embargo, todavía se observa una clara inclinación en la oferta de más posibilidades a los trabajadores y menos a las trabajadoras, un hecho que puede empeorar la rentabilidad de las empresas lideradas por hombres. 

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