El Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (conocido por el acrónimo en inglés TTIP) es un tratado que se está negociando en la actualidad entre los Estados Unidos y la Unión Europea (28 Estados miembros) para aumentar el comercio y la inversión entre sus relaciones recíprocas. Después de 18 meses de negociaciones, éstas parecen haber entrado en la recta final, pero ¿qué objetivos básicos persigue el tratado y qué consecuencias puede tener? Aunque 'todavía no se conoce toda la letra pequeña y la transparencia no es la principal virtud de las negociaciones, lo cierto es que la creación de un área de libre comercio entre las dos partes representaría el mayor acuerdo de libre comercio de la historia, y ello lógicamente tendría un impacto importante para España", explica Manuel Cienfuegos, catedrático acreditado de Derecho Internacional Público y profesor del Máster Universitario en Negocios Internacionales de la UPF Barcelona School of Management. No hay duda, en 2012 la UE y los EEUU representaban el 46% del PIB mundial, el 33% del comercio en bienes y el 42% del comercio en servicios.
No obstante, a la luz de lo negociado hasta ahora y el reciente impulso político dado al futuro TTIP por los líderes de Estados Unidos, la UE y sus principales países reunidos con ocasión de la Cumbre del G-20 en Brisbane concluida el 16 de noviembre, se puede decir –según el profesor Cienfuegos- que los objetivos básicos y las principales consecuencias que cabe esperar del TTIP son los que siguen:
Objetivos básicos:
Principales consecuencias:
Los negociadores de los Estados Unidos y la UE esperan concluir sus trabajos en 2015. Pero -dice el profesor Cienfuegos- 'queda un buen trecho por recorrer', ya que existen puntos conflictivos sensibles que deben todavía resolverse, como en relación con las importaciones de alimentos transgénicos, en que la UE aplica una política más estricta de seguridad alimentaria que dificulta las exportaciones estadounidenses, y la regulación del sector financiero de la UE, que es más laxa que la homóloga de los Estados Unidos.
Una vez resueltos estos problemas, todavía quedara un tramo espinoso pues -afirma Cienfuegos- "los 28 países miembros de la UE tendrán que aprobar entonces el acuerdo negociado en el Consejo de la UE, por mayoría cualificada de sus miembros. Además, el Parlamento Europeo será consultado y tiene potestad para aprobarlo o para rechazarlo. También deberá hacerlo Estados Unidos, en cuya Cámara de Representantes no cuenta hoy en día el Presidente Obama con mayoría parlamentaria".
Finalmente, el profesor Cienfuegos recomienda la lectura de un reciente libro editado en mayo de 2014 por Joaquín Roy y Roberto Domínguez, The Transatlantic Trade and Investment Parnership between the European Union and the United States