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‘Body positive’: me quiero tal y como soy

26 Julio - 2021
Body positive

Carolina Luis Bassa
Directora del Máster Universitario en Marketing

“Eres perfecta tal y como eres”, frase que nos repiten nuestros padres y terapeutas cuando nos sentimos poco agraciadas o atractivas, y que intentamos creernos hasta que nos comparamos con los estereotipos de la belleza comercial que vemos y consumimos a diario a través de los medios.

Aunque también lo sufren los hombres, las mujeres hemos sido las más afectadas a lo largo de la historia al asociar la belleza física como un elemento clave en los logros personales y como un atributo importante para conseguir pareja que asegure la supervivencia personal y de los hijos. A pesar de los logros y reivindicaciones que hemos logrado como mujeres, la presión del entorno sigue vigente cuando hablamos de la imagen corporal.

Un interesante artículo realizado por Blevins, Stackhouse, & Dionne (2021)[1] nos revela que los estudios realizados sobre la imagen corporal que tienen las mujeres de sí mismas, ha proporcionado una rica comprensión sobre su percepción corporal negativa mencionando muy poco la parte positiva. Es este trabajo se entrevistaron a 15 mujeres universitarias clasificadas con imagen corporal positiva y a cinco expertas en imagen corporal. Los hallazgos dieron luces que asocian la imagen corporal positiva con perfiles considerados “ideales” a través de los medios de comunicación

Muñoz Lopez, en su estudio La imagen corporal en la sociedad del siglo XXI [2], nos comenta que la obsesión por la belleza, la delgadez y tener un cuerpo perfecto, ha traído como consecuencia la aparición de trastornos físicos y emocionales como la anorexia, la bulimia, los incesantes retoques físicos o las extenuantes sesiones de actividad en gimnasios, siendo las mujeres y adolescentes los más vulnerables.

Como rechazo a la presión del entorno por estos cánones de belleza preestablecidos, comienzan a surgir movimientos organizados, buscando resaltar la belleza natural. En las investigaciones realizadas encontramos que la primera versión del Body positive comienza en 1969 con el movimiento Fat Rights, cuando un joven ingeniero de Nueva York llamado Bill Fabrey reacciona enojado por la forma en que el mundo trataba a su gorda esposa, Joyce. En paralelo, un grupo de feministas de California, también contrariado por el trato a las personas gordas, conforman el Fat Underground que en 1973 se convierte en la organización National Association to Advance Fat Acceptance (NAAFA), muy dinámica en su activismo[3].

A comienzos del nuevo milenio, Internet se convirtió en un espacio para difundir la vergüenza y el amor por el cuerpo. El anonimato conducía al acoso, pero también a la autoexpresión. Los hashtags y los grupos de redes sociales como Facebook, Instagram y Pinterest permitieron una nueva conexión entre personas inconformes con sus cuerpos, encontrando en la Red, personas con problemas y sentimientos afines. Estos grupos comenzaron a transformar el mensaje negativo de rechazo al cuerpo en vibraciones positivas conocidas como Body Positivity.

Body Positivity: El movimiento de la aceptación

Un artículo publicado en 2020 define el movimiento Body Positivity como “cualquier mensaje, visual o escrito, que desafíe las formas dominantes de ver el cuerpo físico de acuerdo con los ideales de belleza y aliente la recuperación de la encarnación y el control sobre la propia personalidad”. Por lo tanto, el movimiento Body Positivity tiene como principal objetivo denunciar las influencias sociales y la construcción de las normas corporales y, en cambio, promueve el amor propio y la aceptación de cuerpos de cualquier forma, tamaño o apariencia; incluyendo rollos, hoyuelos, celulitis, acné, cuerpos peludos, cuerpos sangrantes, cuerpos gordos, cuerpos delgados y cuerpos (discapacitados)[4]

Bajo el paraguas del Body Positivity movement ha habido, en los últimos años, una proliferación de sitios web dedicados a fomentar la aceptación corporal. Esto ha resultado en cientos de millones de imágenes que reflejan un ideal corporal y un espacio para mostrar cuerpos de todas las formas y tamaños. La pregunta que nos hacemos es si realmente estos sitios son útiles o dañinos, pero sobre todo si cumplen con la misión de combatir la definición estereotipada del cuerpo ideal con el que nos bombardean constantemente[5].

Poco a poco, empresas e instituciones han visto en estos movimientos una oportunidad de empatizar con sus públicos como es el caso de la marca de jabones Dove de la empresa Unilever, quienes en 2004 lanzaron la Campaña por la Belleza Real, que contó con la colaboración de mujeres reales cuyo aspecto físico no estaba dentro de los estereotipos habituales de belleza. La campaña se volvió viral, sigue vigente y ha sido utilizado como caso de estudio en escuelas de negocio. 

Marcas como Calvin Klein, Etam,  Victoria's Secret, Levi's o H&M, vienen siguiendo al movimiento Body positive desde hace varios años a través de tallas grandes, que buscan atraer un segmento cuyos cuerpos no cumplen con los criterios tradicionales de belleza[6].

Me interesas, seas como seas

A medida que el movimiento Body positive ha ido creciendo, utilizando plataformas como Instagram con selfies que desafían los ideales dominantes de la belleza femenina, ha ido creciendo en paralelo un aluvión de cuentas en las redes sociales, de personas o influencers que asesoran a sus lectores sobre lo que necesitan para aumentar la confianza en su cuerpo y tener más amor propio. Algunas empresas y corporaciones han comenzado a mercantilizar a los defensores del Body positive y a utilizar influencers para impulsar productos, capitalizando el movimiento. Este proceso de mercantilización del movimiento Body positive, está ocasionando que los defensores de este movimiento pierdan de vista su propósito y comiencen a comercializar el mensaje, objetivando sus propios cuerpos y aceptando prácticas de modificación de la belleza[7].

Un interesante ensayo denominado The commodification of the body positive movement on Instagram (2016)[8], explora cómo el movimiento Body Positive se ha politizado y mercantilizado por las corporaciones que buscan sacar provecho del creciente movimiento cambiando, en última instancia, la estructura y los objetivos de este. Instagram pasó a ser una plataforma publicitaria en 2013, lo que resultó en la comercialización de la actividad del usuario para que los anunciantes pudieran dirigir mejor los mensajes a audiencias específicas. La utilización del Body Positive por parte de las marcas que afirman ser empáticas con este movimiento, al publicar fotos en las redes sociales de mujeres sin maquillaje, lanzar líneas de ropa de tallas grandes e incluir modelos de tallas grandes en campañas publicitarias, y el uso de influencers de Instagram para promover estas marcas, podría estar desvirtuando la narrativa de Body Positive.  A través de los comentarios leídos en los perfiles de los defensores del movimiento se puede indagar si  están cambiando hacia una narrativa más propicia para los intereses mercantilistas.

Primero muerta que sencilla

Como comentábamos hace un rato, el objetivo del movimiento Body Positive es ocupar espacios en áreas en las que sus cuerpos nunca habían sido representados. Si bien se puede argumentar que los defensores de este movimiento se están en cierta forma “vendiendo” al ingresar al mercado comercial y le están sacando provecho a este movimiento, quizá es lógico pensar que esta era su intención inicial: estar representados en los medios de comunicación; un espacio en el que sus cuerpos habían sido previamente excluidos. Los defensores del Body Positive están experimentando poder, en el sentido de que han logrado ingresar a un mercado en el que tienen control sobre si patrocinan y respaldan las marcas[9].

Aconsejar a otros para que amen sus cuerpos y rodearse de otras personas que promuevan la aceptación de su imagen, fue el origen del movimiento Body Positive.  

Pero a pesar de que la mayoría de nosotros desea sentirse bien con su cuerpo y buscar lo positivo dentro de la disconformidad, no siempre es fácil por lo que el movimiento Body Positive ya tiene un contrapeso: El Body neutrality[10] que está convirtiendo en la alternativa de las mujeres que no se sienten identificadas con la positividad y prefieren pensar en conceptos como "aceptación de la gordura" o "aceptación del cuerpo"…

Pero de eso hablaremos en otra ocasión…

__________________________________________________________________________

[1] Blevins, D. P., Stackhouse, M. R., & Dionne, S. D. (2021). Righting the balance: Understanding introverts (and extraverts) in the workplace. International Journal of Management Reviews.

[2] Muñoz López, A. M. (2014). La imagen corporal en la sociedad del siglo XXI.

[3] From New York to Instagram: The history of the body positivity movement

[4] Darwin, H., & Miller, A. (2020). Factions, frames, and postfeminism (s) in the Body Positive Movement. Feminist Media Studies, 1-18.

[5] Sastre, A. (2016). Towards a radical body positive: Reading the online body positive movement.

[6] Las marcas se suman al movimiento 'body positive': 15 empresas de moda que muestran modelos con todo tipo de cuerpos

[7] Cwynar-Horta, J. (2016). The commodification of the body positive movement on Instagram. Stream: Culture/Politics/Technology, 8(2), 36-56.

[8] Cwynar-Horta, J. (2016). The commodification of the body positive movement on Instagram. Stream: Culture/Politics/Technology8(2), 36-56.

[9] The Commodification of the Body Positive Movement on Instagram

[10] La ruina de pensar que todos los cuerpos son bonitos

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